8K es el siguiente salto en resoluciones de pantalla para televisores, las pantallas 4K tienen 4 veces más píxeles (puntos de color) que una pantalla de alta definición o HD y los televisores 8K multiplican por 2 la resolución de una pantalla 4K, es decir contienen 7680 x 4320 píxeles o 33,1 megapíxeles.
Actualmente pocas emisiones de televisión y pocos servicios de streaming ofrecen contenido en 8K lo cual es algo a tener en cuenta, ya que no podremos disfrutar al máximo de la resolución que nos ofrecen estos televisores.
Sin embargo es una apuesta de futuro ya que poco a poco irán incorporando esta resolución, hace pocos años la resolución 4K se veía como algo muy lejano y actualmente es el estándar en servicios de vídeo bajo demanda y formato físico, incluso algunos canales de TDT ya emiten en 4K.
La ventaja principal de una pantalla 8K es el tamaño que se puede conseguir con esta tecnología sin renunciar a una imagen nítida y realista en la que no se aprecian los píxeles.
Los televisores 8K Ultra HD se fabrican a partir de 55 pulgadas ya que para tamaños inferiores no merece la pena esta resolución.